La hacienda nace hacia el siglo XVII como propiedad de la orden jesuita, que introdujo una importante cantidad de esclavos para trabajar en la plantación de caña de azúcar. Se calcula que, en su época de apogeo, hacia mediados del siglo XVIII, pudo albergar cerca de mil esclavos.

A mediados del siglo XX se disuelve la hacienda, por lo que muchos de los trabajadores, descendientes de esclavos, se mantuvieron como agricultores minifundistas, usufructuando tierras adquiridas por compra a los antiguos propietarios o beneficiados por la Reforma Agraria, como es el caso de la población de El Carmen.

Luego del terremoto del 2007 los propietarios iniciaron una serie de trabajos de remodelación de las instalaciones, a fin de establecer un hotel de cinco estrellas, lo que condicionó su reconocimiento como patrimonio cultural de la nación por parte del Instituto Nacional de Cultura que exigió la conservación de la estructura original.

En la actualidad, la antigua casa de la hacienda ha sido remodelada como hotel por sus propietarios, ofreciendo a los visitantes y huéspedes recorridos por las instalaciones, que contiene vestigios materiales de la época de la esclavitud en la región. Asimismo, el hotel ofrece espectáculos de música y danza, con artistas afroperuanos de El Carmen, además de una visita guiada a la casa de la familia Ballumbrosio, convertida en centro cultural asociado a la música afroperuana.