Entre agosto y septiembre de 2008 Cuba fue golpeada por varios huracanes y tormentas tropicales que causaron graves daños en seis provincias de la isla, así como en los Sitios del Patrimonio Mundial del Valle de Viñales en la provincia de Pinar del Río, y el Centro Histórico de Camagüey, en la provincia homónima.
Ante esta grave situación, el
Consejo Nacional de Patrimonio Cultural de Cuba (CNPC) y la Comisión Nacional Cubana de la UNESCO solicitaron al
Centro del Patrimonio Mundial de la UNESCO asistencia internacional para restaurar y mejorar el estado de conservación de ambos sitios, concediéndoles una ayuda de emergencia autorizada por el Fondo del Patrimonio Mundial.
Valle de Viñales
Los fuertes vientos causaron en la ciudad de Viñales destrozos en la mayor parte de los edificios con valor patrimonial, entre ellos el Museo y la Casa de Cultura. En el área rural los daños fueron más graves, provocando el derrumbe de muchas viviendas. La tradicional arquitectura rural en madera y guano, uno de los elementos característicos del Valle, debía ser reconstruida para no perder este paisaje cultural único.
Viñales invirtió el aporte financiero en la recuperación de viviendas, instalaciones culturales y otros inmuebles relevantes por su arquitectura tradicional. Además, el proyecto permitió reunir a diferentes actores a favor del trabajo que se estaba realizando; a la ayuda otorgada por la UNESCO se sumaron recursos del gobierno, el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural, el Centro Provincial de Patrimonio Cultural y la Iglesia Católica para la restauración de la Iglesia, entre otros.
Centro Histórico de Camagüey
El área más perjudicada en Camagüey fue su centro histórico, donde se localiza gran parte de la arquitectura religiosa, civil y doméstica. Las estructuras de los inmuebles y los elementos decorativos, muestras de diversos estilos arquitectónicos, sufrieron graves daños, transformando su original imagen urbana.
Camagüey priorizó la compra de madera y empleó la mayor parte de la ayuda económica en la restauración de viviendas.
Entre agosto y septiembre de 2008 Cuba fue golpeada por varios huracanes y tormentas tropicales que causaron graves daños en seis provincias de la isla, así como en los Sitios del Patrimonio Mundial del Valle de Viñales en la provincia de Pinar del Río, y el Centro Histórico de Camagüey, en la provincia homónima.
Ante esta grave situación, el
Consejo Nacional de Patrimonio Cultural de Cuba (CNPC) y la Comisión Nacional Cubana de la UNESCO solicitaron al
Centro del Patrimonio Mundial de la UNESCO asistencia internacional para restaurar y mejorar el estado de conservación de ambos sitios, concediéndoles una ayuda de emergencia autorizada por el Fondo del Patrimonio Mundial.
Valle de Viñales
Los fuertes vientos causaron en la ciudad de Viñales destrozos en la mayor parte de los edificios con valor patrimonial, entre ellos el Museo y la Casa de Cultura. En el área rural los daños fueron más graves, provocando el derrumbe de muchas viviendas. La tradicional arquitectura rural en madera y guano, uno de los elementos característicos del Valle, debía ser reconstruida para no perder este paisaje cultural único.
Viñales invirtió el aporte financiero en la recuperación de viviendas, instalaciones culturales y otros inmuebles relevantes por su arquitectura tradicional. Además, el proyecto permitió reunir a diferentes actores a favor del trabajo que se estaba realizando; a la ayuda otorgada por la UNESCO se sumaron recursos del gobierno, el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural, el Centro Provincial de Patrimonio Cultural y la Iglesia Católica para la restauración de la Iglesia, entre otros.
Centro Histórico de Camagüey
El área más perjudicada en Camagüey fue su centro histórico, donde se localiza gran parte de la arquitectura religiosa, civil y doméstica. Las estructuras de los inmuebles y los elementos decorativos, muestras de diversos estilos arquitectónicos, sufrieron graves daños, transformando su original imagen urbana.
Camagüey priorizó la compra de madera y empleó la mayor parte de la ayuda económica en la restauración de viviendas.
Entre agosto y septiembre de 2008 Cuba fue golpeada por varios huracanes y tormentas tropicales que causaron graves daños en seis provincias de la isla, así como en los Sitios del Patrimonio Mundial del Valle de Viñales en la provincia de Pinar del Río, y el Centro Histórico de Camagüey, en la provincia homónima.
Ante esta grave situación, el
Consejo Nacional de Patrimonio Cultural de Cuba (CNPC) y la Comisión Nacional Cubana de la UNESCO solicitaron al
Centro del Patrimonio Mundial de la UNESCO asistencia internacional para restaurar y mejorar el estado de conservación de ambos sitios, concediéndoles una ayuda de emergencia autorizada por el Fondo del Patrimonio Mundial.
Valle de Viñales
Los fuertes vientos causaron en la ciudad de Viñales destrozos en la mayor parte de los edificios con valor patrimonial, entre ellos el Museo y la Casa de Cultura. En el área rural los daños fueron más graves, provocando el derrumbe de muchas viviendas. La tradicional arquitectura rural en madera y guano, uno de los elementos característicos del Valle, debía ser reconstruida para no perder este paisaje cultural único.
Viñales invirtió el aporte financiero en la recuperación de viviendas, instalaciones culturales y otros inmuebles relevantes por su arquitectura tradicional. Además, el proyecto permitió reunir a diferentes actores a favor del trabajo que se estaba realizando; a la ayuda otorgada por la UNESCO se sumaron recursos del gobierno, el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural, el Centro Provincial de Patrimonio Cultural y la Iglesia Católica para la restauración de la Iglesia, entre otros.
Centro Histórico de Camagüey
El área más perjudicada en Camagüey fue su centro histórico, donde se localiza gran parte de la arquitectura religiosa, civil y doméstica. Las estructuras de los inmuebles y los elementos decorativos, muestras de diversos estilos arquitectónicos, sufrieron graves daños, transformando su original imagen urbana.
Camagüey priorizó la compra de madera y empleó la mayor parte de la ayuda económica en la restauración de viviendas.