La humanidad enfrenta hoy una crisis que ha puesto en tensión todas sus cuerdas. La pandemia de la COVID-19 no solo cercena incontables vidas, sino que ha conmocionado los cimientos de las sociedades a nivel internacional. América Latina y el Caribe, su rica cultura, también están siendo golpeadas severamente por esta situación. En nuestra región, gobiernos y pueblos realizan denodados esfuerzos por salvaguardar su rico acervo cultural, a la vez que emplean los infinitos recursos de la creación, en todas sus manifestaciones, para mitigar los efectos devastadores de esta pandemia.
En esta sección, con el inestimable apoyo de las Oficinas de la UNESCO en América Latina y el Caribe, hemos reunido información sobre las decisiones adoptadas en el sector de la Cultura en la región para proteger a la población del contagio con la COVID-19, así como las medidas tomadas para mitigar los efectos de la pandemia en el ecosistema cultural y proteger económicamente a los artistas y trabajadores culturales. Asimismo, se recogen las iniciativas creativas que se han desarrollado para que la cultura continúe floreciendo, desde las más variadas plataformas e instrumentos digitales.
Nuestra región ha recibido un impacto directo negativo sin precedentes en el quehacer de las industrias creativas y culturales. Prácticamente todos los países han visto cerrados sus sitios patrimoniales y las instalaciones para el disfrute del arte y la cultura en todas sus manifestaciones. Se han cancelado festivales tradicionales y una amplia gama de eventos, con gran repercusión sobre la vida cultural de las comunidades y los ingresos de los profesionales creativos.
La humanidad enfrenta hoy una crisis que ha puesto en tensión todas sus cuerdas. La pandemia de la COVID-19 no solo cercena incontables vidas, sino que ha conmocionado los cimientos de las sociedades a nivel internacional. América Latina y el Caribe, su rica cultura, también están siendo golpeadas severamente por esta situación. En nuestra región, gobiernos y pueblos realizan denodados esfuerzos por salvaguardar su rico acervo cultural, a la vez que emplean los infinitos recursos de la creación, en todas sus manifestaciones, para mitigar los efectos devastadores de esta pandemia.
En esta sección, con el inestimable apoyo de las Oficinas de la UNESCO en América Latina y el Caribe, hemos reunido información sobre las decisiones adoptadas en el sector de la Cultura en la región para proteger a la población del contagio con la COVID-19, así como las medidas tomadas para mitigar los efectos de la pandemia en el ecosistema cultural y proteger económicamente a los artistas y trabajadores culturales. Asimismo, se recogen las iniciativas creativas que se han desarrollado para que la cultura continúe floreciendo, desde las más variadas plataformas e instrumentos digitales.
Nuestra región ha recibido un impacto directo negativo sin precedentes en el quehacer de las industrias creativas y culturales. Prácticamente todos los países han visto cerrados sus sitios patrimoniales y las instalaciones para el disfrute del arte y la cultura en todas sus manifestaciones. Se han cancelado festivales tradicionales y una amplia gama de eventos, con gran repercusión sobre la vida cultural de las comunidades y los ingresos de los profesionales creativos. La humanidad enfrenta hoy una crisis que ha puesto en tensión todas sus cuerdas. La pandemia de la COVID-19 no solo cercena incontables vidas, sino que ha conmocionado los cimientos de las sociedades a nivel internacional. América Latina y el Caribe, su rica cultura, también están siendo golpeadas severamente por esta situación. En nuestra región, gobiernos y pueblos realizan denodados esfuerzos por salvaguardar su rico acervo cultural, a la vez que emplean los infinitos recursos de la creación, en todas sus manifestaciones, para mitigar los efectos devastadores de esta pandemia.
En esta sección, con el inestimable apoyo de las Oficinas de la UNESCO en América Latina y el Caribe, hemos reunido información sobre las decisiones adoptadas en el sector de la Cultura en la región para proteger a la población del contagio con la COVID-19, así como las medidas tomadas para mitigar los efectos de la pandemia en el ecosistema cultural y proteger económicamente a los artistas y trabajadores culturales. Asimismo, se recogen las iniciativas creativas que se han desarrollado para que la cultura continúe floreciendo, desde las más variadas plataformas e instrumentos digitales.
Nuestra región ha recibido un impacto directo negativo sin precedentes en el quehacer de las industrias creativas y culturales. Prácticamente todos los países han visto cerrados sus sitios patrimoniales y las instalaciones para el disfrute del arte y la cultura en todas sus manifestaciones. Se han cancelado festivales tradicionales y una amplia gama de eventos, con gran repercusión sobre la vida cultural de las comunidades y los ingresos de los profesionales creativos.
La humanidad enfrenta hoy una crisis que ha puesto en tensión todas sus cuerdas. La pandemia de la COVID-19 no solo cercena incontables vidas, sino que ha conmocionado los cimientos de las sociedades a nivel internacional. América Latina y el Caribe, su rica cultura, también están siendo golpeadas severamente por esta situación. En nuestra región, gobiernos y pueblos realizan denodados esfuerzos por salvaguardar su rico acervo cultural, a la vez que emplean los infinitos recursos de la creación, en todas sus manifestaciones, para mitigar los efectos devastadores de esta pandemia.
En esta sección, con el inestimable apoyo de las Oficinas de la UNESCO en América Latina y el Caribe, hemos reunido información sobre las decisiones adoptadas en el sector de la Cultura en la región para proteger a la población del contagio con la COVID-19, así como las medidas tomadas para mitigar los efectos de la pandemia en el ecosistema cultural y proteger económicamente a los artistas y trabajadores culturales. Asimismo, se recogen las iniciativas creativas que se han desarrollado para que la cultura continúe floreciendo, desde las más variadas plataformas e instrumentos digitales.
Nuestra región ha recibido un impacto directo negativo sin precedentes en el quehacer de las industrias creativas y culturales. Prácticamente todos los países han visto cerrados sus sitios patrimoniales y las instalaciones para el disfrute del arte y la cultura en todas sus manifestaciones. Se han cancelado festivales tradicionales y una amplia gama de eventos, con gran repercusión sobre la vida cultural de las comunidades y los ingresos de los profesionales creativos.
Miles de artistas y creadores se han quedado prácticamente sin sustento. Ellos han estado entre los trabajadores más afectados por esta crisis, no solo debido a la fragilidad del sector, sino a que muchos de ellos trabajan de forma autónoma, en pequeñas y medianas empresas o, en algunos casos, en la economía sumergida.
La CEPAL advirtió recientemente, a propósito, que casi el 99% de las empresas de América Latina son micro, pequeñas o medianas (mipyme), y constituyen la mayor parte de las empresas en casi todos los sectores de la actividad económica, entre ellos las industrias culturales y creativas. A ello se añade que la protección social en América Latina y el Caribe ya era insuficiente antes de la COVID-19, mucho más en el caso de los creadores.
No podemos tampoco olvidar que la cultura es un sector esencial para generar un desarrollo sostenible, tanto económico como social. Su importante papel ha quedado reconocido en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible aprobada por la Organización de las Naciones Unidas. Por tanto, la crisis en el sector cultural impacta directamente también en el desarrollo.
La cultura, a la vez, se ha convertido en un arma vital para enfrentar este desafío. Las distintas expresiones artísticas han devenido la cura espiritual para el alma lacerada de los pueblos por este flagelo. Por eso, se impone la creatividad en estos momentos que el sector cultural se encuentra duramente golpeado, porque es, también, una parte esencial de la solución.
Las cadenas de televisión estatales, las emisoras de radio, las redes sociales, han devenido las herramientas por excelencia para que los profesionales de la cultura continúen compartiendo su quehacer, a través de conciertos en vivo desde sus casas, muestras danzarias, exposiciones de arte, debates, exhibición de materiales audiovisuales, filmes, todos impulsados por los creadores, conscientes de que preservar la cultura, es preservar el futuro de la humanidad.
Como recordó la Directora General de la UNESCO, Audrey Azoulay, en la reunión online de Ministros de Cultura de todo el mundo, celebrada el pasado 23 de abril: "Necesitamos la cultura, por lo que debemos ayudarla a hacer frente a esta conmoción". Aquí les mostramos cómo América Latina y el Caribe lo está haciendo.