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  Ingenio de Cepi-Cepí
LOS SITIOS
 
 
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Ruinas de la Casa de Purga.

El ingenio de Cepi Cepí, se encuentra el la lista de Gonzalo Fernández de Oviedo de 1546 con el nombre de Cepecepín y se señala como dueño a Diego Caballero de la Rosa, Primer Secretario de la Real Audiencia de Santo Domingo. Este ingenio situado en el fondo de la Bahía de Ocoa en su rada noroeste tenia, a decir de Luís Peguero citado por Ramiro Matos, “70 negros y 365 indios”

El ingenio de Cepi-Cepí forma parte del sistema de ingenios coloniales de Azua entre los que se encuentran , además del Cepi Cepí, el ingenio Ocoa de Alonzo Suazo en Palmar de Ocoa, el ingenio Santiago de la Paz propiedad de Hernando Gorjón en Los Tramojos, el ingenio de Barreras de Martín García en Barreras, el trapiche de la familia Méndez en Orégano Chiquito, el trapiche de la familia Andujar en Higüerito, el ingenio de Jácome Castellón en Finca 6, el ingenio de Ansonia o Central Azuano en Ansonia y el ingenio de Los Cacaos de Río Vía.

Cepi Cepí, junto a los demás ingenios ubicados en Azua, hicieron de esta zona en uno de los lugares donde se hizo sentir con mayor intensidad la presiones políticas-militares generadas por los cimarrones, que durante el siglo XVI tuvieron notoria presencia en la sociedad colonial. Cimarrones de la grandeza conspirativa como Diego de Ocampo y Juan Sebastián Lemba, recorrieron los montes de Azua que con las lomas de la sierra del Bahoruco hacían de esta villa un punto de referencia, tanto para las cuadrillas que perseguían a los alzados, como para los cimarrones. Lemba, el gran guerrillero, murió en una emboscada entre Azua y San Juan de la Maguana.

Azua y sus ingenios se convirtió en un lugar predilecto de los movimientos cimarrones. Cuyo espacio histórico es depositario de una memoria histórica a revalorar para situar en su justo lugar a estos héroes silenciado por la historia tradicional hispanófila.

Por mucho tiempo la comunidad de Las Charcas ha asociado el sitio del ingenio a manifestaciones religiosas y todavía hay quien llama a las ruinas la Casa de los Indios. Del Ingenio solo quedan dos paredes de lo que se supone fuera la casa de purgas y unos estanques de agua situados 50 mts. más arriba de las ruinas, con los que se conectaba a través de un canal de piedra. Estos estanques se alimentaban de un manantial en una colina más alta y que la da el nombre de La Acequia a todo el paraje.

El manantial, muy disminuido en su caudal, todavía alimenta algunos pequeños canales de regadío y actualmente es parte del proyecto “Rescate y Uso Sostenible de los Recursos Naturales y Arqueológicos de La Acequia de Las Charcas, Azua. ( Dom /05 / 02)” que desde hace un año, con financiamiento del PNUD, desarrolla el Centro de Promoción para el Desarrollo Integral y Consejo Comunitario para la Conservación y Desarrollo de La Acequia – CEPRODI una organización no-gubernamental, que construye al lado del manantial, un centro de visitantes y que tiene por objetivo “ Impulsar el manejo sostenible de los recursos presentes en La Acequia, aprovechando el potencial eco turístico como espacio de visitación y esparcimiento de la comunidad de Las Charcas” Es parte, además de la tradición religiosa de la zona, que culmina su procesión anual en el manantial, donde se encuentra un pequeño altar rural, tipo calvario, con tres cruces rusticas, para celebrar la fiesta de La Milagrosa los 27 de noviembre.

El nombre del ingenio, que proviene del arroyo del mismo nombre, ha sufrido cambios y existen diferentes acepciones como son:
Cepecepín, que aparece en la Historia Natural de Fernández de Oviedo, hasta los de Sepi Sepi, usado por el sr. Juan Odalis Calderón , actual Sindico de Las Charcas e historiador de la misma, y la acepción mas común de Cepi Cepí que aparece en varios documentos históricos.
De las manifestaciones intangibles se puede rescatar la llamada “Mojiganga” que es un disfraz usado en la época del llamado “carnaval cimarrón” que se celebra el sábado santo en las comunidades del sur del país y que a pesar de no haber sido apoyado por los sectores de poder ha sido rescatado por la comunidad.